miércoles, 29 de mayo de 2013

Cuando en el desierto saharaui nadaban peces

Cuando en el desierto Saharaui nadaban peces…

Seco. Árido. Estéril. Quizá así empezaría una enorme lista de adjetivos que podemos asociar con el desierto. Pero nada de esto es del todo así…
Paisaje de la rasd
Paisaje de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Fotografía por Verónica López Almeida.
En el Sahara Occidental liberado, aquel que el famoso muro de la vergüenza parapeta convirtiendo a este país no reconocido en una cárcel a cielo abierto, una formación rocosa conocida como Erqueyez se eleva permitiendo al viento esculpir inexactas siluetas en sus paredes. La particularidad del lugar, más allá de su estética, es que alberga en sus muros más de un centenar de pinturas rupestres, datadas en unos siete mil años. Analizando las propias pinturas se distinguen rápidamente jirafas, antílopes, perros, ovejas, avestruces, y hasta elefantes , leones y rinocerontes, que trazados con pigmentos naturales, siguen sobreviviendo al paso de tiempo, dejando fehaciente huella de qué animales poblaban aquellas tierras hasta hace relativamente poco (en términos evolutivos, entiéndase),  y por encima de ello, de la presencia ya entonces de comunidades humanas.

Pinturas rupestres
Cuando los habitantes de aquellas cuevas las pintaron, esta zona era bastante más húmeda y verde. La llegada de tiempos más secos obligó a todas esas especies a emigrar a las verdes sabanas del Sur. Curiosamente, no todos los humanos hicieron lo mismo, y algunos aprendieron a sobrevivir en los duros secarrales desérticos. Los descendientes de aquellas personas son los distintos grupos étnicos que hoy día siguen poblando el Sahara.
Visitando Erqueyez desierto sahara rasd
Una vez terminada la visita, la escolta que el Frente Polisario tenía preparado un almuerzo. Pero, ¿Cómo se prepara una enorme hogaza, capaz de alimentar a más de veinte personas, sin horno donde cocerla, y a muchos kilómetros de cualquier asentamiento? Es entonces cuando la genialidad de los pueblos del desierto, trasmitida en herencia generación tras generación, se vuelve más viva que nunca. Tan sencillo como enterrar la enorme masa de harina, levadura y agua bajo la arena, y hacer en su superficie una fogata. Por efecto del propio fuego y el tiempo, en una suerte de alquimia natural un rato después “nace” un pan. Basta quitarle los tantos granos de su superficie, y aceptar que te comerás otros tantos, para comerlo. El Sahara no es tierra de relojes, así que el postre, tremendamente pausado, no puede ser más que la imperativa ronda de tés: un primero amargo como la vida, precedido de otro dulce como el amor, y rematado por un tercero suave como la muerte.
Te con escolta del Frente Polisario
Te en el desierto
Erqueyez no era más que uno de los tantos lugares. Otros “hermanos” de este yacimiento, son Tassili n´Ajjer en Argelia y Akakus en Libia.
Paisaje sahara
Absorto frente al paisaje.
Confieso que cuento los paisajes desérticos entre mis favoritos. Y lo pluriforme del país saharaui, con panorámicas extendiéndose hasta el infinito, me hacen reafirmar tal favoritismo. No conozco a nadie a quien no ensimisme una puesta de Sol allí. En algunas de las paradas, la triste historia de este país que lucha por existir se manifestaba sin quererlo. No es dificil encontrar restos de metralla esparcidos por la arena, balas, e incluso las vetadas armas de fragmentación, que atestiguan las contiendas libradas en esta tierra.
Armas de racimo en el Sahara
República Árabe Saharaui
A medio día de todoterreno desde Tifariti, marchando hacia el Este, se encuentra un yacimiento cuanto menos peculiar. Cuesta imaginar que donde ahora vagan libremente camellos, tiempo atrás nadaban peces…
Fosiles en el desierto del Sahara 2
Un enorme manto de fósiles, mayormente corales y conchas, se esparce durante kilómetros. Lafehaciente prueba de que lo que hoy es desierto, en su día fue mar, no es la única del país, pero sí la mayor, tanto en riqueza como en densidad y extensión. No hay que buscar mucho para encontrar cualquier almeja con las estrías de su superficie perfectamente visibles, o los nervios, interiores y exteriores de un coral, de tamaño milimétrico, que parecen esculpidos a cincel. Observar estos fósiles en tu propia mano hace sentir que el tiempo se ha congelado. Da repelú pensar que vivieron hace miles de millones de años. La explicación geológica breve de que se encuentren allí es que la placa tectónica que hoy sustenta esta parte del continente africano estaba hundida, y al chocar con la euroasiática, se elevódejando como legado y prueba el fondo de aquel enorme mar. En otras zonas del desierto se han encontrado restos de peces, e incluso ballenas.
Fosiles en el desierto del Sahara 1
 

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