jueves, 16 de mayo de 2013

Marruecos : El amargo sabor de la derrota

Chahid El Hafed, 16 de mayo de 2013 (SPS) -. Manifiestamente, la soga se aprieta cada vez mas sobre el cuello de Marruecos segun van multiplicandose las iniciativas de la ONU para poner fin al statu quo que prevalece en el Sáhara Occidental desde hace más de 20 años.

El primer indicio revelador del malestar marroquí era muy palpable en la decisión de Rabat de retirar su confianza al Enviado Personal del Secretario General de la ONU para el Sáhara Occidental, Christopher Ross. Una decisión que muestra una verdadera crisis con todo el sistema de la ONU. En otras palabras, una crisis con la legalidad internacional.

La crisis llegó a su súmmum el 22 de abril del 2013, cuando la delegación de EE.UU. dio a conocer su intención de presentar su propuesta para ampliar el mandato de la MINURSO para supervisar y proteger los derechos humanos en el Sáhara Occidental.

Al día siguiente de la adopción de la resolución 2099 por el Consejo de Seguridad, la presión esta vez vino del interior del territorio saharaui. La explosión de protestas en las principales ciudades del Sáhara Occidental y la represión marroquí que siguió reveló el verdadero rostro de la ocupación marroquí hasta el punto de provocar la reacción de Francia, hasta entonces aliado incondicional de Marruecos.


Marruecos todavía no ha digerido la decisión de Estados Unidos de sacar a la luz del día su posición sobre el conflicto del Sáhara Occiental. Marruecos se aplica para camouffler esa posición desde la elección de Barack Obama.


La resistencia pacífica saharaui ganó el pulso contra la brutalidad de la ocupación marroquí. Rabat, que sufre el muy doloroso retorno de la llama de su política de terquedad y represión, es sumido de una crisis de frenesí sin precedentes. Para justificar ante el pueblo marroquí el fracaso de su política, Rabat culpa a Argelia de todos sus males.

Mientras que en su discurso ante la comunidad internacional, Marruecos reclama la construcción del Magreb Árabe y la apertura de las fronteras con Argelia, nos encontramos con funcionarios marroquíes que hablan de guerra con el país vecino. Esta es una fuerte señal de la angustia provocada por el amargo sabor de la derrota.

Las salidas inesperadas de los agentes del Majzen en un contexto particular, marcado por errores en serie de la diplomacia marroquí en la cuestión saharaui y en una coyunutura  económica desastrosa que obliga las autoridades marroquíes a endeudarse de una manera peligrosa para evitar un arriesgado deslizamiento hacia la violencia y el estallido de disturbios a gran escala, que podrían dar lugar a la estitución de una monarquía muy fragilizada.

Oficialmente, la tasa de desempleo en Marruecos es del 9,1%. Una cifra muy discutida por los círculos de la oposición.

La dura realidad de la crisis económica duradera que ha causado ya tres nuevas inmolaciones demostró que las falsas reformas fueron en vano. Sintiéndo el fuerte temblor que afecta al trono de Mohammed VI, el Majzen trata de vender al pueblo marroqui victorias imaginarias. (SPS)
 

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