martes, 2 de diciembre de 2014

Carta al embajador de Panamá

Lima, 03 de enero de 2014

Excelentísimo Señor
Carlos Linares Brin
Embajador de Panamá
Presente.-


Me dirijo a usted a fin de saludarlo y expresarle nuestra más profunda preocupación por la suspensión por parte de su país de las relaciones diplomáticas con la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), más aún habiendo sido Panamá el primer país latinoamericano que reconoció a la RASD en 1979.

Las razones que se esgrimieron sorprenden, puesto que la RASD es un Estado y que de acuerdo al Derecho Internacional se configura por dominar territorio, tener población y autoridades. Si sus funcionarios hubieran visitado la RASD hubieran podido comprobar esta verdad. Esas razones parecen, más bien, ceder a presiones del Reino de Marruecos por promesas que jamás se cumplirán. El tiempo dirá quién tuvo la razón. En el Perú, para su conocimiento pasó lo mismo: no hay ni un dólar de inversión marroquí directa ni indirecta en el país, el intercambio comercial es mínimo y tampoco Marruecos significó “la puerta al mundo árabe”. Y de ello ya pasó 17 años.

De otro lado, es lamentable que su canciller repita la posición marroquí de que el Sáhara Occidental es parte de la integridad territorial de Marruecos Esta postura, dicho con todo respeto, es trasnochada, anacrónica, señor embajador, puesto que cualquier debate sobre el tema fue dilucidado por el dictamen de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, el 16 de octubre de 1975, que a la letra dice: “la conclusión del Tribunal es que los materiales y la información a él presentada no establecen ningún vínculo de soberanía territorial entre el territorio del Sáhara Occidental y el Reino de Marruecos o la entidad Mauritana pudieran afectar a la aplicación de la resolución de la Asamblea General 1514 (XV) para la descolonización del Sáhara Occidental y, en particular, al principio de  autodeterminación mediante la expresión libre y genuina de la voluntad de los pueblos del Territorio”.

Con la decisión de su país, señor embajador, aumenta el sufrimiento del pueblo saharaui, que espera desde hace más de 37 años el referendo de autodeterminación. ¿Acaso no se leen todos los días de violaciones de los derechos humanos de los saharauis por parte de las autoridades marroquíes en los territorios invadidos y que son denunciadas por todas las organizaciones de derechos humanos del mundo?

Espero, señor embajador, que estas reflexiones las haga llegar a su Gobierno y que a tiempo se dé cuenta de la injusticia que ha cometido y que tiene tiempo de rectificar.


Atentamente,





Ricardo Sánchez Serra
Presidente
Consejo Peruano de Solidaridad
con el Pueblo Saharaui
Jr. Independencia 1021

Miraflores

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